Hoy 28 de mayo se han dado a conocer dos noticias simultaneamente. La comunicación por parte de la dirección de la empresa Nissan al Gobierno y a los representantes de los trabajadores, de su intención de cerrar la planta de Barcelona que cuenta con alrededor de 3.000 trabajadores directos. Y por otra parte la comunicación de la dirección de la empresa Alcoa a los representantes de los trabajadores, de la intención de despedir a 500 trabajadores de la planta de Lugo (la mitad de la plantilla).
Desde el Movimiento Andaluz en Defensa de las Pensiones Públicas (MADPP), como pensionistas que somos en consecuencia de trabajadores que fuimos, queremos mostrar nuestra solidaridad con las y los trabajadores afectados y nos ponemos en su lugar en estos momentos tan duros que deben de estar pasando ellos y sus familias, así como todas las familias que se pueden ver afectadas en las poblaciones y comarcas donde están implantadas estas industrias, porque no hay que olvidar que estos puestos de trabajo en el sector industrial generan un enorme número de puestos en industrias auxiliares e inducidos, que en algunos casos se multiplican por cinco sobre los directos.
De consumarse estas decisiones empresariales, contribuyen al continuo deterioro del empleo industrial en España, que cuenta con mejores condiciones de trabajo, salariales y estabilidad; y a su vez está consolidando para nuestro país un modelo de economía de servicios y abastecimiento de alimentos del sector primario, con unas peores condiciones de trabajo, salariales, temporalidad y precariedad. Ello tiene como consecuencias una peor calidad de vida de las personas, peores cotizaciones y peores pensiones en el futuro, que permitan llevar una vida digna; y no se nos olvide que debilita la recaudación y la subsistencia del Sistema Público de Pensiones, al tener cada vez más, unas cotizaciones inferiores.
En Andalucía sabemos por desgracia lo que es sufrir desde hace tiempo ese desmantelamiento industrial, con ejemplos como los de Santana, Delphi, la Bahía de Cádiz, Los Astilleros de Sevilla y Cádiz, C.A.S.A. Hytasa, etc. que han supuesto convertir nuestra región en un desierto industrial, eliminando el empleo de calidad y con derechos y cambiándolo por el modelo de agricultura y turismo con unas condiciones temporales y precarias para las trabajadoras y trabajadores, con escaso valor añadido y empleos cada vez más precarios, lo que nos ha sumido en unas cotas de desempleo enormes, muy por encima de la media nacional y una crisis de la que aún no nos hemos recuperado en muchas zonas y comarcas de nuestra geografía. Por eso entendemos la situación y el desánimo por los que deben estar pasando, nos ponemos en su lugar y nos solidarizamos con ellos.
En esta situación las empresas tienen una enorme responsabilidad social. Son empresas que llevan muchos años implantadas en las regiones en las que se encuentran, aprovechando la profesionalidad y formación del capital humano que trabaja para ellas, haciendo beneficios y han recibido por parte de las administraciones públicas ayudas, subvenciones y otras mejoras o cambios que han necesitado. No es digno que ahora hagan dejación de esa responsabilidad que tienen para con esas comarcas y les dejen abandonados sin preocuparse de las consecuencias sociales.
Esperamos que las Autoridades estatales, autonómicas y locales, trabajen con las direcciones y las trabajadoras y trabajadores de estas dos empresas, convenciéndoles de su responsabilidad, para que reconsideren su postura y colaborando en la búsqueda de fórmulas o proyectos viables para que cambien su decisión y continúen con su actividad en las zonas, garantizando el empleo y la actividad industrial.
Andalucía a 28 de mayo de 2020
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