Recientemente el Gobierno Andaluz se comprometió en notas de prensa y en declaraciones en el Parlamento Andaluz a facilitar las mascarillas obligatorias a todas las personas con dificultades económicas para adquirirlas.
Respondía así a la campaña iniciada por el MADPP y apoyada por los grupos parlamentarios del PSOE y Adelante Andalucía y otras entidades, exigiendo dicha medida.
Pero nuevamente el Gobierno Andaluz rebaja sus compromisos y defrauda las expectativas que había anunciado.
El Consejero de Salud, Jesús Aguirre, ha anunciado que a partir del 27 de julio, a través de la receta electrónica, se repartirán dos millones y medio de pack de tres mascarillas entre personas “pacientes pluripatológicos” y pensionistas. Se decanta así por criterios sanitarios y no de justicia social.
La Junta ha establecido que las mascarillas serán obligatorias a partir del 15 de julio, tanto en espacios cerrados como abiertos, aunque pueda garantizarse la distancia de seguridad de 1,5 metros, y serán sancionadas con cien euros todas aquellas personas que incumplan con esta medida.
Pero ¿qué pasa con las familias sin recursos? La Junta se olvida una vez más de los sectores más desfavorecidos de nuestra sociedad.
¡¡Si no tienen dinero para comer, como van a comprar mascarillas!!
El Gobierno Andaluz ahorra de nuevo a costa de los sectores más azotados por la crisis dejando fuera de la gratuidad de las mascarillas a las familias que encuentran serias dificultades económicas para cumplir con la obligatoriedad de su uso, sufriendo así más riesgos de contraer el virus y aumentar los rebrotes en nuestra comunidad.
La tasa de pobreza severa según EAPN-Andalucía es del 9,9% de la población, 4,2 puntos por encima de la media nacional. Más de 670 mil personas viven en condiciones de Privación Material Severa. Así mismo, según los datos reflejados por la Estrategia Regional Andaluza para la Cohesión e Inclusión Social, en Andalucía se identifican un total de 187 zonas desfavorecidas donde residen un total de 1.490.215 personas. Es decir, que algo más del 17% de la población andaluza vive en zonas donde reina la pobreza.
El COVID-19 no sólo está siendo devastador para la salud de nuestros mayores y pensionistas. Los daños que produce al empleo y la economía están a la vista, y el racaneo del Gobierno Andaluz al no suministrar mascarillas gratuitas a las personas en situación de pobreza severa hará más difícil evitar rebrotes e iniciar la recuperación.
El MADPP exige a la Junta la inmediata extensión de la gratuidad de las mascarillas a las familias más desfavorecidas de Andalucía.
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