Tras muchos años ya de legislación por la igualdad, de clamor por ella, tras muchos y concurridos 8 de marzo, la cruda realidad, es que, a las mujeres de este país, cuando se jubilan, la brecha salarial que han padecido durante su etapa laboral, se duplica a la hora de cobrar su pensión y es la más injustamente tratada.
La medida inmediata que recortaría de manera importante esa brecha en pensiones sería igualándolas a las de los hombres, siguiendo las recomendaciones de la Carta Social Europea, una pensión mínima del 60% del salario medio, La mayoría de nuestras pensiones de jubiladas, viudas y sin pensión propia, se encuentran por debajo, o rozando el umbral de la pobreza; por lo que, la subida del 1’8% en las pensiones no contributivas es irrisoria y en muchos casos las que se divorciaron hace años, hoy son pensionistas sin derechos. Por lo cual, se pierde otra oportunidad de ir recortando la desigualdad hombre/mujer en materia de pensiones.
Las injustas recomendaciones aprobadas recientemente por el oscuro Pacto de Toledo y el Congreso, AGRAVAN la brecha de género actual. En 20 de las 21 recomendaciones aprobadas, se olvidan de las mujeres y en la que se acuerdan, la Nº 17, simplemente, es para encasillarnos como cuidadoras y recomienda “buscar la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, pero no proporciona ninguna solución. Por lo que, la gran brecha que existe en los salarios entre hombres y mujeres, continua en las pensiones y se llega a cobrar cerca del 35% menos que los hombres; así lo ha reconocido la Seguridad Social.
Denunciamos de forma contundente la recomendación n.º 16 que da el pistoletazo de salida a la privatización del Sistema Público de Pensiones con el apoyo del Estado y de sus Presupuestos Generales.
Esto planes privados de empleo de pensiones que recomiendan, a los que llaman eufemísticamente “sistemas complementarios”, además de detraer cotizaciones del Sistema Público para llevarlos al Sistema Financiero privado con la colaboración de los agentes sociales del Sistema (patronal y sindicatos mayoritarios); generarán en el futuro dos tipos de pensiones:
• Unas pensiones suficientes públicos/privadas, para una minoría con sueldos altos.
• Unas pensiones públicas meramente asistenciales e insuficientes para la gran mayoría, sobre todo para las mujeres.
Las Recomendaciones del Pacto de Toledo no recogen las reivindicaciones por las que llevamos años luchando los movimientos de pensionistas. Las 21 recomendaciones caminan hacia una tercera Reforma de las pensiones, mientras nuestra tabla reivindicativa sigue intacta, y de las que destacamos:
- Garantizar por ley la revalorización de las pensiones de acuerdo al IPC real y anual.
- Eliminación de la brecha de género en las pensiones.
- Pensión mínima igual a salario mínimo y éste el 60% del salario medio como establece la Carta Social Europea.
- Derogación de las reformas de pensiones de 2011 y 2013.
- Derogación de las reformas laborales de 2010 y 2012.
- Auditoría de las cuentas de la Seguridad Social para determinar la magnitud del saqueo de las mismas y proceder a su compensación a la Tesorería General de la Seguridad Social.
- Eliminación de coeficientes reductores en jubilaciones anticipadas. 100% de la pensión con un mínimo de 40 años cotizados y 60 años de edad.
- Supresión de los beneficios fiscales a planes privados de pensiones, de empresa y EPSVs.
Por todo lo expuesto y antes de que el día 8 volvamos a escuchar gritos de igualdad entre hombres y mujeres, en boca de las personas que nos gobiernan, las y los pensionistas gritamos hoy 1 de marzo, en todo el país y más fuerte que nunca:
¡NO AL PACTO DE TOLEDO, GENERADOR DE RECORTES DESDE SU EXISTENCIA!
¡NO A SUS RECOMENDACIONES, QUE AGRAVAN LA BRECHA EXISTENTE ENTRE HOMBRES Y MUJERES! ¡PENSIONES PÚBLICAS DIGNAS Y SUFICIENTES!¡IGUALDAD EFECTIVA ENTRE HOMBRES Y MUJERES EN SALARIOS Y PENSIONES!
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